Receta de salsa a la pimienta casera
Te enseñamos cómo preparar salsa a la pimienta en casa, una clásica receta conocida principalmente por su uso para acompañar carnes.
La salsa a la pimienta se usa principalmente para acompañar carnes de ternera. Normalmente carnes rojas, como puede ser el solomillo o el entrecot, pero también puede usarse con lomo de cerdo, o incluso pescados.
Nosotros te contamos cómo puedes elaborar esta salsa en casa de manera muy sencilla, para que puedas incorporarla a tus platos y darles un toque diferente de lo más sabroso. Además, te sugerimos algunas recetas que la incorporan y que pueden serte de gran utilidad.
¿Cómo elaborar salsa a la pimienta?
No cabe duda que la salsa a la pimienta da mucho juego a la hora de cocinar diferentes platos, y puede ser útil para dar variedad a tus comidas.
Es posible que hayas visto este tipo de salsa en diversos restaurantes, sobre todo cuando se trata de comer solomillo o entrecot. Si te has quedado con las ganas de saber cómo se hace, estás en el lugar indicado. ¡Ya puedes añadir esta salsa básica a tu recetario!
– Ingredientes –
- 400 g de leche evaporada
- 1 vaso de caldo de carne concentrado
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada y 1/2 de pimientas en grano variadas (rosa, blanca, negra)
- 1 cucharada de pimienta negra recién molida
- Coñac
- Sal
– Preparación –
1. En primer lugar, incorporamos las pimientas variadas en grano a una sartén con aceite de oliva caliente.
2. Cuando las pimientas empiecen a crujir, será el momento de añadir el coñac y bajar el fuego. Vamos a dejar que el alcohol se reduzca y se evapore.
3. Una vez que el coñac haya llegado a un tercio de su contenido original, será el momento de agregar la leche evaporada.
4. Subimos a fuego medio y usamos la pimienta negra molida para condimentar la leche evaporada, que está en la sartén con la reducción de coñac y las pimientas variadas. Añadimos también el caldo concentrado de carne y sal al gusto.
5. Dejamos que nuestra mezcla rompa a hervir y llegado ese momento, bajamos el fuego.
6. Removiendo los ingredientes con la ayuda de una cuchara de madera o una espátula, dejamos que la salsa a la pimienta vaya cocinándose hasta que veamos que empieza a espesar.
7. Si la salsa va a ser servida justo en el momento, lo mejor será reducirla hasta que hayamos conseguido la densidad que queremos. En cambio, si vas a tardar un rato en servirla, te recomendamos que la quites del fuego antes de que esté en el espesor que buscas, ya que con el calor residual va a seguir cocinándose y reduciéndose.
Algunos consejos de conservación
Si has decidido hacer salsa a la pimienta de más, porque quieres guardarla y tenerla para poder usarla varios días, deja que se enfríe a temperatura ambiente.
No te olvides de remover de vez en cuando, para evitar la formación de una película seca y oscura por encima de la salsa, u opta por cubrirla con film de cocina. Cuando esté a temperatura ambiente, guárdala en el frigorífico en un recipiente herméticamente cerrado.
Si quieres usarla después de haberla guardado, el método menos agresivo para calentar la salsa a la pimienta es al baño maría. También puedes usar una cazuela pequeño o cazo y calentarla a fuego suave.
¿En qué platos usar la salsa a la pimienta?
Cómo decíamos, lo más habitual es encontrarnos esta salsa para acompañar carnes rojas, pero existen otros platos a los que puedes incorporarla y con los que combinará perfectamente.
Puedes usarla como salsa para tagliatelle, como salsa cuando vayas a cocinar lomos de salmón, o por qué no, si quieres la opción vegetariana, con verduras salteadas, como berenjena, calabacín, zanahorias, pimiento rojo e incluso champiñones.
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